Parto sin dolor

Hipnoterapia para el parto sin dolor

Parto sin dolor. El dolor es, a menudo, una señal de advertencia de una lesión física. Por esta razón, el hipnoterapeuta suele preferir que un médico examine al cliente para asegurarse de que la hipnoterapia para el dolor no enmascare una dolencia que requiera tratamiento serio. Sin embargo, ese no es el caso con el parto. Todo el mundo está familiarizado, en mayor o menor medida, con el proceso del parto. Desde tiempos remotos, la mayoría de las mujeres han experimentado un dolor insoportable durante el nacimiento de sus hijos. La medicina moderna ha abordado este dolor de diversas maneras. Durante un tiempo, muchos médicos administraban anestesia general. Hoy en día, las mujeres que buscan aliviar su intenso malestar tienen acceso a métodos de alivio local como la epidural u otros tipos de bloqueos.

La hipnoterapia, sorprendentemente para muchos, ofrece una alternativa eficaz a las intervenciones médicas cargadas de químicos. Este proceso tiene dos objetivos: primero, las técnicas de relajación y terapia preparan a la madre emocional y físicamente para el trabajo de parto y el alumbramiento. En segundo lugar, la hipnosis reduce o elimina el dolor durante el parto.

El hipnoterapeuta cuenta con varios enfoques alternativos que puede emplear; todos comienzan con sesiones previas al parto. El día del alumbramiento no es el momento adecuado para evaluar a la madre como sujeto de hipnosis o para introducir sugestiones para manejar el malestar. Las sesiones iniciales serán momentos de aprendizaje tanto para la madre como para el terapeuta. Con cada sesión de hipnosis, la capacidad de la madre para relajarse y alcanzar el nivel hipnótico adecuado mejorará. También aprenderá técnicas de relajación y autohipnosis que podrá utilizar durante el proceso de trabajo de parto y alumbramiento.

Sin embargo, las opciones difieren durante el trabajo de parto y el alumbramiento, particularmente en cuanto a la presencia del hipnoterapeuta. Una opción es que el hipnoterapeuta esté presente en el momento del trabajo de parto y el alumbramiento, guiando la hipnosis en ese instante. La segunda opción es que la madre confíe en el entrenamiento en autohipnosis que recibió en las sesiones previas al evento. La tercera opción (y la más usual hoy día) es que mediante instrucciones post-hipnóticas la madre entre en el proceso de trance de forma inmediata en un momento o situación preestablecida. Las opciones varían según los deseos de la madre, las prácticas del hipnoterapeuta y las circunstancias evaluadas durante las sesiones iniciales.

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Los informes de mujeres que han utilizado hipnosis durante el parto son notablemente similares: una sensación de relajación, ausencia de miedo o ansiedad, y cierta sensación de comodidad. Algunas han descrito una ausencia total de dolor, mientras que otras lo comparan con un dolor similar al de un período menstrual. La madre experimenta los aspectos físicos del parto, pero sin la intensidad del dolor. Más allá del alivio del dolor, las mujeres experimentan una increíble concentración que acompaña a la hipnosis. Esto les permite vivir de manera plena y relajada el nacimiento de sus hijos.

Si se requieren procedimientos médicos adicionales durante o inmediatamente después del parto, el hipnoterapeuta presente puede proporcionar técnicas para evitar el dolor en ese momento.

La hipnoterapia no solo puede aliviar una amplia variedad de condiciones postparto en la madre, como la depresión posparto (que afecta con frecuencia a las nuevas madres), sino que también puede ser útil en la crianza de los hijos, abordando problemas como la enuresis nocturna, el hábito de chuparse el dedo y el TDAH.

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