Cómo ayudé a Julen a hacerse un gran tatuaje en la espalda sin dolor
Anestesia para tatuajes con hipnosis. Julen, un hombre de 34 años aficionado a los tatuajes, vino a mí con un reto único. Quería hacerse un gran tatuaje que cubriera toda su espalda, un proyecto que implicaba muchas horas bajo la aguja con 3 personas trabajando a la vez. Sin embargo, no quería pasar por el sufrimiento de tantas horas de trabajo ni correr los riesgos asociados a una anestesia general. También descartaba las cremas anestésicas o las anestesias locales, ya que estas pueden alterar la tensión e hinchazón de la piel. Esto último puede comprometer la definición y precisión del tatuaje, algo que a Julen, como apasionado del arte corporal, le preocupaba especialmente.
Después de analizar su caso, le propuse una solución: Anestesia para tatuajes con hipnosis. Una inducción que prepararía su mente y cuerpo para experimentar una anestesia natural en diferido. El objetivo era que cuando llegara al estudio de tatuajes, dos días después de nuestra sesión, su espalda estuviera completamente anestesiada, permitiéndole sentir las manos de los tatuadores y el movimiento de las máquinas en la piel, pero sin experimentar dolor de ningún tipo.
Durante nuestra sesión, llevé a Julen a un estado profundo de trance, utilizando técnicas diseñadas específicamente para crear un efecto de anestesia controlada. Le di sugestiones claras y precisas para que, en el momento en que entrara en el estudio de tatuajes, su espalda entrara automáticamente en un estado de insensibilidad total. Además, incluí sugestiones adicionales para que el efecto anestésico se mantuviera durante tres días más, ayudándole no solo durante la sesión de tatuaje, sino también en el proceso de curado principal, que suele causar molestias significativas.
Dos días después, Julen entró al estudio y la inducción hizo su trabajo a la perfección. Me escribió más tarde para contarme que había sentido todo el proceso: las manos del equipo de tatuadores, el movimiento de la máquina y la manipulación de la piel, pero en ningún momento sintió dolor. Gracias a la hipnosis, pudo disfrutar del proceso creativo sin ninguna distracción ni incomodidad, y el tatuador al cargo del proyecto le confirmó que la calidad del trabajo no se había visto afectada por hinchazones o alteraciones en la piel.
El efecto anestésico continuó durante los días siguientes, permitiéndole pasar por el proceso de curado sin las típicas molestias o picores que suelen acompañar a un tatuaje de gran tamaño. Hoy, Julen luce orgulloso su obra de arte, y está encantado con la experiencia indolora que vivió.
Casos como el de Julen demuestran que la hipnosis puede ofrecer soluciones innovadoras y seguras a situaciones específicas, mejorando la calidad de vida de las personas sin necesidad de recurrir a procedimientos médicos invasivos. Si tienes un proyecto o un reto similar, estaré encantado de ayudarte a conseguirlo con comodidad y confianza. Escríbeme ahora.
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