Cuando se es empresario, autónomo o jefe de algún departamento, es inevitable que en algún momento sea necesario tomar decisiones como la de tener que despedir a una o varias personas. Esto por lo general va en beneficio del resto del equipo.
Esto nunca es un proceso agradable y suele ser bastante difícil de afrontar, máxime cuando exista una conjunta trayectoria profesional larga. Por ello será muy importante que lo hagas de la forma adecuada.
Si soy la persona al cargo del despido y he decidido prescindir de una o varias personas, tendré que tener en cuenta no solo mi punto de vista, sino el más eficiente para la empresa.
Los motivos para despedir a alguien pueden ser de diversa índole, por recortes de personal necesarios para la viabilidad de la empresa, por absentismo laboral continuado,o por motivos de rendimiento del trabajador, por ejemplo.
En cualquier caso mi recomendación es que esto se haga siempre de la manera más positiva posible e intentando en todo momento mantener la relación con el trabajador.
¿Puedo despedir a alguien de manera positiva para esa persona?
Por supuesto que sí y además al hacerlo se te reconocerá como un buen superior y la gente tendrá un motivo más para querer estar en tu equipo.
Saber cómo despedir a alguien con tacto, es fundamental para cualquier directivo que quiera crear una buena marca personal.
- El primer paso que tendrás que dar será preparar el terreno antes de la reunión. Conocer los requisitos legales, tener preparada la documentación necesaria referente a su finiquito y asegurarte de que la cuantía se ajusta perfectamente, será lo primero de todo.
- Lo segundo y más importante será redactar una carta de recomendación para que el trabajador pueda presentarla allá donde vaya a solicitar un empleo. En esta carta, por supuesto, no mentirás y no le otorgarás virtudes que no tenga, pero sí enumerarás aquellas que sean valiosas (todos las tienen).
- El tercer paso que podrías dar, sería sondear el mercado laboral donde se requieran empleados que coincidan en características con el que pretendes despedir. Si las encuentras, puedes llamar a esa empresa o empresa y ofrecerles a tu candidato. Hacer esto desde tu posición puede facilitar enormemente que lo elijan. O puede que le consigas varias entrevistas de trabajo, lo que no es poco y siempre es de agradecer.
Una vez hecho todo ésto podrás mantener la reunión con tu empleado para comunicar el despido. En ella le agradecerás su tiempo en la empresa y el trabajo realizado. Le explicarás también que será recomendado y que le has propuesto para varios puestos y le dirás el tipo de orientación comercial que has hecho por él.
Planificar el despido y consensuarlo con el trabajador
Otra cosa importante que tendrías que hacer será dotar al despido de un tiempo de margen holgado hasta que se produzca. Deberá, por supuesto, cumplir los plazos legales y a poder ser superarlos para facilitar una buena salida de la empresa. Esto le hará ver a la persona que te preocupas por ella y por su bienestar.
En la reunión explicarás en detalle los motivos del despido y si es preciso te harás acompañar del responsable del departamento de recursos humanos de la empresa.
Comunicada la decisión al trabajador, será necesario contarlo al resto de miembros del equipo.
Por supuesto este tipo de anuncio no se realizará por medio de correos electrónicos, sino en persona y dando la oportunidad al trabajador de que sea él mismo quien se lo diga al resto, si así lo desea.
Como vemos, despedir a alguien del trabajo, no es algo que se deba tomar a la ligera y será más fácil o difícil en función del tipo de despidos.
Por ejemplo, siempre será más sencillo cuando se trate de despidos objetivos y sopesados.
Siempre debes tener en cuenta que trabajas con personas y por tanto debes tratarlas como te gustaría que te tratasen a ti mismo.
Por tanto, si procuramos hacer el despido de una forma elegante y comprensiva, la relación con la persona despedida podrá mantenerse en el tiempo. Porque nunca se sabe que ocurrirá en el futuro y puede que esa persona que ahora es prescindible, mañana sea necesaria.
Referencias Bibliográficas:
- Gallego Sánchez, E. y Fernández Pérez, N. (2022). Derecho Mercantil Primera parte 6ª Edición. Valencia: Tirant lo Blanch.