La conciencia dividida y la hipnosis: Interpretación de la neodisociación según Ernest R. Hilgard
La conciencia dividida. La hipnosis, un fenómeno fascinante que ha sido objeto de debate y estudio durante siglos, encuentra en la teoría de la neodisociación de Ernest R. Hilgard una de las interpretaciones más influyentes y esclarecedoras. En este artículo, exploraremos los fundamentos de esta teoría, sus implicaciones en la comprensión de la hipnosis y su impacto en la psicología moderna.
La ilusión de la unidad de la conciencia
La conciencia dividida. Hilgard propone que la unidad de la conciencia es una ilusión, producto de la reconstrucción de memorias tras interrupciones. La continuidad percibida de la conciencia no refleja su verdadera naturaleza, ya que esta puede dividirse en múltiples corrientes. Este concepto, introducido por Pierre Janet a través del estudio de casos clínicos como fugas disociativas y personalidades múltiples, encuentra paralelismos en fenómenos hipnóticos como la escritura automática y las sugestiones posthipnóticas.
La experiencia cotidiana también revela ejemplos de divisiones menores en la conciencia: conducir de manera automática mientras se sostiene una conversación, o una música persistente que suena en la mente mientras se realizan otras tareas. Estas situaciones, aunque comunes, comparten características con los estados hipnóticos, destacando la similitud entre la hipnosis y la vida diaria.
Hipnosis y los fundamentos del control del dolor
Uno de los aspectos clave de los estudios de Hilgard es la capacidad de la hipnosis para reducir el dolor. En experimentos de laboratorio utilizando la prueba del «cold pressor» (sumergir una mano en agua helada), Hilgard demostró dos componentes principales en la respuesta al dolor:
- Reducción de la atención y ansiedad: Disponible para todos los sujetos, hipnotizables o no, esta reducción permite aminorar el dolor al redirigir la atención y fomentar la relajación.
- Procesos amnésicos en los altamente hipnotizables: Este componente es exclusivo de quienes poseen un alto grado de susceptibilidad hipnótica. Los individuos en este grupo logran una reducción del dolor más significativa, hasta niveles mínimos o nulos, debido a la capacidad de su mente para disociarse del dolor.
Hilgard introdujo la técnica del «observador oculto» para explorar las percepciones subjetivas durante la analgesia hipnótica. Este método reveló que los sujetos altamente hipnotizables podían experimentar un nivel de dolor encubierto que equivalía al dolor reducido mediante sugestiones sin hipnosis, validando así la hipótesis de los dos componentes.
Casos prácticos y ejemplos impactantes de La conciencia dividida
Hilgard compartió anécdotas que ilustran la eficacia de la hipnosis en situaciones extremas. Un estudiante con una fractura compuesta en la pierna logró mantenerse confortable mediante autohipnosis hasta recibir atención médica, mientras que otro pudo continuar bailando en una obra teatral con un hueso roto, bloqueando el dolor de manera hipnótica. Estos casos no solo destacan la utilidad de la hipnosis en la vida diaria, sino también su impacto terapéutico.
Diferencias entre hipnotizables y simuladores
Hilgard también exploró las diferencias entre individuos altamente hipnotizables y simuladores que intentaban replicar comportamientos hipnóticos. Aunque los simuladores podían imitar ciertas respuestas, sus experiencias subjetivas y sus reportes honestos revelaban una brecha significativa respecto a los verdaderos hipnotizables. Estas diferencias subrayan que las experiencias profundas de hipnosis no pueden atribuirse únicamente a la sugestión o al cumplimiento de expectativas.
El método comparativo utilizó simuladores que pretendían estar hipnotizados y los contrastó con hipnotizables genuinos. Los resultados mostraron que, aunque los simuladores podían engañar a los observadores en algunos aspectos conductuales, sus reportes subjetivos y reacciones a las sugestiones diferían notablemente. Esta investigación reforzó la validez de la experiencia hipnótica real.
La teoría de la neodisociación
La interpretación neodisociativa de Hilgard redefine la hipnosis como un fenómeno que implica cambios en los controles cognitivos, más que en la calidad de la conciencia. Esta teoría identifica:
- Actividades disociadas: Cambios en el control ejecutivo que convierten actividades voluntarias en involuntarias, como la inhibición de movimientos o la alteración de percepciones.
- Variedad en las disociaciones: Desde menores, como la sugestión de un sabor imaginado, hasta profundas, como la regresión de edad o alucinaciones.
- Estados hipnóticos graduales: Las disociaciones más extensas pueden implicar un cambio de estado, mientras que las respuestas simples no requieren necesariamente un «trance» profundo.
Implicaciones para el debate de estado/no estado
Hilgard argumenta que las disociaciones observadas en la hipnosis no siempre implican un cambio de estado. Las respuestas simples, como mover un brazo bajo sugestión, pueden ocurrir sin entrar en un trance profundo. Sin embargo, las disociaciones complejas, como alucinaciones o analgesia profunda, sí justifican describir el fenómeno como un «estado hipnótico». Este enfoque equilibra posiciones enfrentadas en el campo de la hipnosis.
Aplicaciones terapéuticas de la neodisociación
La teoría de Hilgard tiene aplicaciones prácticas en la hipnoterapia. Las personas con menor susceptibilidad hipnótica pueden beneficiarse mediante técnicas de relajación y atención dirigida, mientras que los altamente hipnotizables pueden experimentar transformaciones más profundas, como analgesia o amnesia posthipnótica. Esta comprensión permite personalizar las intervenciones terapéuticas según el nivel de hipnotizabilidad del cliente.
Además, la neodisociación explica cómo algunos pacientes pueden aprender a gestionar el dolor crónico o superar fobias, combinando la hipnosis con otras técnicas cognitivo-conductuales. La posibilidad de modular estados de conciencia amplía las herramientas disponibles para terapeutas y pacientes.
Conclusión
Ernest R. Hilgard revolucionó el estudio de la hipnosis al introducir una interpretación neodisociativa que integra datos empíricos y perspectivas clínicas. Su trabajo no solo clarifica los mecanismos detrás de la hipnosis, sino que también establece un puente entre enfoques teóricos y prácticos, ampliando las posibilidades de la hipnoterapia y profundizando nuestra comprensión de la conciencia humana.
El legado de Hilgard inspira a investigadores y terapeutas a explorar las complejidades de la mente humana, fomentando nuevas formas de aplicar la hipnosis en contextos clínicos y cotidianos. Su teoría de la neodisociación sigue siendo un pilar fundamental para quienes buscan entender los límites y las capacidades de la conciencia.
Referencia original: Hilgard, Ernest R. (1977). The Problem of Divided Consciousness: A Neodissociation Interpretation. Annals of the New York Academy of Sciences, Volume 296, Pages 48-59.