Bola de cristal llena de agua, y una isla rodeada de agua.

Hidrofobia, el miedo al agua

Es importante aclarar que existen dos significados diferentes para la palabra «hidrofobia»: uno se refiere al miedo al agua (que es el que trataremos aquí), y el otro se refiere a la enfermedad viral conocida como rabia.

La hidrofobia, como fobia propiamente dicha, se refiere al miedo irracional al agua o a las actividades acuáticas. Este miedo puede ser tan intenso que la persona afectada puede evitar completamente el contacto con el agua. Un hidrofóbico grave puede temer incluso beber agua o ingerir líquidos por miedo a ahogarse a sí mismo.

La rabia es una enfermedad vírica que afecta al sistema nervioso central de los mamíferos, incluyendo a los seres humanos. La enfermedad es causada por el virus de la rabia y se transmite a través de la saliva de un animal infectado, generalmente a través de una mordedura de animales rabiosos. Se debe tener en cuenta que algunos animales como ratas o murciélagos, pueden portar y transmitir esta enfermedad infecciosa sin manifestarla o desarrollarla.

Los síntomas iniciales de la rabia en los seres humanos pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y malestar general. A medida que la enfermedad progresa, se pueden presentar síntomas cognitivos y neurológicos, como agitación, confusión, convulsiones y parálisis. La rabia es una enfermedad muy grave y potencialmente mortal si no se trata de manera oportuna.

¿Cómo afecta la hidrofobia a la vida de las personas?

Es fácil de imaginar como de limitante pueden ser estos tipos de fobias. Al tratarse de una fobia específica relacionada con algo tan necesario y cotidiano como el agua, las repercusiones son constantes.

Un hidrofóbico tendrá que evitar ducharse de un modo tradicional y habitualmente optan por asearse con esponjas o toallitas húmedas.

Por supuesto este trastorno de ansiedad está relacionado con otras fobias relacionadas con el agua como la talasofobia, por lo que podrá ser complementaria de ellas.

Una persona con hidrofobia o acuafobia evitará el contacto con el agua, por lo que no acudirá a lugares donde se pueda mojar de forma involuntaria, como a ríos, piscinas o playas.

Se puede imaginar también como de estresantes serán para estas personas los días lluviosos, por lo que vivir en zonas con mucha precipitación les será más limitante que vivir en zonas secas.

¿Qué produce la hidrofobia?

El origen de esta fobia, como el de otras, puede ser diverso y en muchos casos no se conoce el origen. No obstante, una exposición en vivo traumática puede ser uno de los orígenes más comunes para los casos de hidrofobia.

También puede ser producida por situaciones de acumulación de estrés o por otros trastornos de ansiedad.

¿Cómo se quita la hidrofobia?

El tratamiento clásico y habitual es el que emplea técnicas de exposición gradual del sujeto al objeto de su fobia. Previamente se le facilitan estrategias complementarias de relajación y autocrítica entre otras.

Personalmente estoy de acuerdo con este tipo de enfoque, porque está demostrada su funcionalidad y valía. No obstante su desarrollo es lento, por lo que prefiero acompañarlo de PNL en ocasiones, sugestión guiada en otras y combinando ambas en la mayoría de casos.

Esto nos aporta funcionalidad y rapidez en la solución del problema en solo cuatro sesiones.

Terminamos con el síntoma característico de ansiedad en poco tiempo y construimos hábitos constructivos y normales.

Puedo ayudarte a terminar con tu hidrofobia y sus síntomas de forma permanente.

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Sergio Álava
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Experto en comportamiento
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