Dado que voy a compartir sugestiones y a hablar sobre la importancia de la sugestión y la autosugestión, creo que es importante explicar los diferentes tipos de sugestión que emplearemos.

Aquí hablaremos principalmente de 4 tipos de influencias mentales, que serán: hipnosis, auto-hipnosis, sugestión y autosugestión.

Debemos de tener en cuenta que el ser humano es ampliamente sugestionable o dicho de otro modo influenciable. A la hora de hacer juicios y tomar decisiones nos afectan todo tipo de sugestiones o influencias como por ejemplo el hambre, el calor, el frío o las horas de sueño.

Acertadamente se dice que toda comunicación es sugestiva, sea esta comunicación visual o auditiva, pero por supuesto también podrá haber componentes olfativos y kinestésicos. Por lo tanto, si toda comunicación es sugestiva, podemos inferir que toda comunicación es también hipnótica en cierto grado, dado que la hipnosis no deja de ser un tipo de sugestión.

¿Quiere esto decir que todas las personas son igualmente influenciables? La respuesta es no, pero todo el mundo es mucho más sugestionable de lo que cada persona cree sobre sí misma.
Veamos entonces las diferencias entre los tipos de sugestión que más nos interesan aquí:

¿Qué entendemos por Sugestión?

La sugestión se refiere a la influencia que una persona o una idea ejerce sobre la mente de otra persona. Es el proceso de sugerir o sembrar una idea en la mente de alguien para influir en su pensamiento, comportamiento o percepción. Particularmente he adoptado la acepción de numerosos autores de denominarlo: La semilla

Por ejemplo, un vendedor persuasivo puede utilizar técnicas de sugestión para convencer a un cliente de comprar un producto, resaltando sus beneficios y creando una imagen positiva asociada con él.
Son prácticas habituales que nos bombardean diariamente con técnicas de marketing emitidas a modo de anuncios, programas de televisión, informativos o programas electorales.

Pasemos a la autosugestión:

La autosugestión es un proceso en el cual una persona se influye a sí misma a través de la repetición de ideas, pensamientos, temores, afirmaciones, etc. Es un proceso imparable que todas las personas hacemos, mediante el diálogo interno, pero que la mayoría no controla a su voluntad.

Este método permite programar la mente subconsciente para lograr metas o superar obstáculos si se emplea adecuadamente. Pero por contra, miles de personas la emplean sin querer para disminuirse y desmotivarse de forma recurrente, pudiendo llegar a hacerlo tan eficientemente que pueden deprimirse de forma severa.

Por ejemplo, un deportista se autosugestiona con un diálogo positivo y ganador, además cuando gana o cumple su objetivo lo celebra de forma efusiva y dinámica para reforzar ese estado mental alcanzado mediante la autosugestión.

Por su parte, la hipnosis:

Es ampliamente conocida en su faceta recreativa o espectacular por relacionarse con el mundo del espectáculo principalmente. Todo el mundo ha visto o ha escuchado sobre las cosas aparentemente increíbles que se muestran en este tipo de espectáculos.

La hipnosis es un estado de trance en el cual una persona experimenta una mayor receptividad a las sugerencias. Se logra a través de técnicas de relajación y enfoque, y permite acceder al subconsciente para realizar cambios en el pensamiento o comportamiento.

Por ejemplo, un terapeuta puede inducir a un estado de hipnosis a un paciente para ayudarlo a aumentar su autoestima, mejorar su concentración, dejar de fumar, calmar dolores crónicos, recordar u olvidar eventos, bajar los niveles de estrés y una casi interminable lista de otros supuestos.

Por último tenemos la auto-hipnosis:

La auto-hipnosis es similar a la hipnosis, pero en este caso la persona se induce a sí misma el estado de trance. Utiliza técnicas de relajación y sugestión para acceder al subconsciente y generar cambios internos.

Por ejemplo, una persona que desea ser más organizada puede practicar la auto-hipnosis mediante la relajación y la repetición de afirmaciones positivas, que le ayudarán a practicar y mantener la organización en su vida.

En resumen, la sugestión se refiere a influir en la mente de otra persona, la autosugestión implica influirse a uno mismo, la hipnosis es un estado de trance donde se reciben sugestiones de otra persona, y la auto-hipnosis es el proceso de alcanzar ese estado de trance de forma autónoma para realizar cambios internos.

Sobre todo esto iré hablando más adelante en el podcast, con episodios específicos y por supuesto con sugestiones que puedas aplicar a tu día a día.

Ni que decir tiene que hay otro tipo de sugestiones directas o indirectas como las subliminales, esas que no percibimos de forma consciente, pero sí inconscientemente. Es un campo demasiado amplio como para abarcarlo por completo en unos pocos minutos. Pero si los oyentes piden que hable más concretamente sobre otros tipos de sugestión será un placer compartirlo.